Los oídos de los perros son estructuras delicadas que requieren atención regular. Debido a su forma, inclinación y profundidad, acumulan humedad, cera y suciedad con facilidad, lo que puede generar molestias o incluso infecciones si no se cuidan adecuadamente. Sin embargo, muchos tutores desconocen cómo y cuándo revisar o limpiar las orejas de su compañero peludo.
En este artículo aprenderás cómo cuidar diariamente los oídos de tu perro, qué productos usar, qué errores evitar y cuándo debes acudir al veterinario.
¿Por qué es importante cuidar los oídos del perro?
Los oídos de los perros son más complejos que los humanos. Su conducto auditivo es largo y curvado, lo que dificulta que el aire circule y que la humedad salga fácilmente. Esto crea un ambiente propenso al desarrollo de:
-
Cera acumulada.
-
Infecciones bacterianas o fúngicas.
-
Presencia de ácaros o cuerpos extraños.
-
Inflamación crónica (otitis).
Una higiene adecuada previene molestias, reduce el riesgo de enfermedades y permite detectar problemas a tiempo.
¿Con qué frecuencia revisar y limpiar los oídos?
La frecuencia depende de varios factores:
-
Raza: perros con orejas caídas o peludas (cocker, basset hound, poodle) necesitan más cuidados.
-
Estilo de vida: perros que nadan, juegan en el barro o viven en climas húmedos acumulan más suciedad.
-
Producción de cera: algunos perros generan más cera naturalmente.
Recomendación general:
-
Revisión visual: cada 2 o 3 días.
-
Limpieza suave: 1 vez por semana o cada 15 días.
-
Limpieza profunda: solo cuando hay exceso de cera, mal olor o indicación veterinaria.
Cómo saber si tu perro tiene un problema en los oídos
Estos son los signos más comunes de una afección auditiva:
-
Se rasca o sacude la cabeza constantemente.
-
Frota su oreja contra el suelo o muebles.
-
Llora o se queja cuando lo tocas.
-
Tiene mal olor proveniente del oído.
-
Oreja inflamada, roja o con secreción.
-
Pérdida de equilibrio o desorientación.
-
Cabeza inclinada hacia un lado.
Ante estos síntomas, no limpies por tu cuenta. Acude al veterinario cuanto antes.
Materiales que necesitas para la limpieza
Para una limpieza regular y segura, ten a mano:
-
Solución limpiadora específica para oídos de perro (consultar con el veterinario).
-
Gasas estériles o algodón (nunca hisopos o cotonetes).
-
Toalla limpia.
-
Premios para recompensar al final.
Evita el uso de alcohol, agua oxigenada, vinagre, suero fisiológico o productos caseros.
Paso a paso para limpiar los oídos del perro
-
Escoge un lugar tranquilo y con buena iluminación.
-
Levanta la oreja suavemente y revisa el interior. Si ves solo cera clara y no hay olor, puedes proceder.
-
Aplica la solución limpiadora (según las instrucciones del producto o del veterinario).
-
Masajea la base de la oreja durante 15-20 segundos para que la solución afloje la suciedad.
-
Deja que el perro sacuda la cabeza. Esto ayuda a eliminar residuos.
-
Limpia suavemente el exceso con una gasa, enrollada en tu dedo. No introduzcas nada profundamente en el canal.
-
Repite con la otra oreja si es necesario.
Consejo: prémialo después con una caricia o snack para que asocie la limpieza con algo positivo.
¿Puedo usar hisopos o cotonetes?
No. Usar hisopos puede empujar la suciedad hacia adentro del oído, dañar el tímpano o causar heridas internas. Usa siempre gasas enrolladas en tu dedo o productos recomendados por profesionales.
Cuidados especiales según el tipo de oreja
Orejas caídas (cocker spaniel, basset hound)
-
Revisar con más frecuencia.
-
Mantener el pelo corto en la entrada del canal.
-
Evitar humedad prolongada.
Orejas erguidas (pastor alemán, husky)
-
Acumulan menos humedad, pero también necesitan limpieza.
-
Atención a polvo y cuerpos extraños (ramas, semillas).
Orejas peludas (poodle, schnauzer)
-
Revisar el exceso de pelo en el canal auditivo.
-
No cortes o arranques el pelo sin orientación veterinaria (puede causar irritación).
¿Qué hacer después del baño o la natación?
-
Seca muy bien las orejas por fuera.
-
Usa una toalla suave o gasa para eliminar la humedad visible.
-
Si el perro es propenso a infecciones, puedes aplicar una solución secante específica (solo con indicación veterinaria).
Errores comunes al limpiar los oídos del perro
-
Limpiar demasiado seguido sin necesidad.
-
Usar productos no aptos para animales.
-
Introducir objetos o hisopos en el canal auditivo.
-
Ignorar signos de dolor o infección.
-
Cortar pelo interno sin experiencia.
-
No consultar con un profesional ante cambios inusuales.
¿Qué pasa si no cuido sus oídos?
La falta de higiene oportuna puede causar:
-
Otitis externa (inflamación del oído externo).
-
Infecciones crónicas difíciles de tratar.
-
Perforación del tímpano.
-
Dolor, fiebre y cambios de comportamiento.
-
Pérdida auditiva permanente.
La buena noticia es que la mayoría de estos problemas se pueden prevenir con revisiones regulares y limpieza básica.
¿Cuándo ir al veterinario?
Lleva a tu perro al veterinario si notas:
-
Mal olor persistente.
-
Secreción amarilla, marrón o con sangre.
-
Dolor al tocar la oreja.
-
Cambios de comportamiento repentinos.
-
Pérdida del equilibrio.
-
Rasquidos constantes o llanto.
Nunca automediques. Incluso medicamentos para humanos o productos naturales pueden ser peligrosos para los perros.
Conclusión: cuidar los oídos de tu perro es un gesto de amor
Una simple revisión cada pocos días y una limpieza periódica pueden prevenir grandes problemas. Incluir este hábito en tu rutina demuestra responsabilidad, cariño y atención hacia tu mejor amigo.
Recuerda: un perro sano no solo corre y juega. También tiene orejas limpias, libres de molestias, dolor y enfermedades. Haz de este cuidado una parte natural de su vida y verás cómo tu perro se mantiene feliz y saludable por más tiempo.